Es una practica espiritual, un tipo de terapia energética en la que la "energía vital universal" se canaliza hacia el paciente, con la aplicación de las manos de 2 a 5 minutos en cada zona. Es recomendable iniciar el proceso de reiki cuando se detectan los primeros síntomas, como agotamiento, irritabilidad, dolores. En lugar de dejar que estos se alarguen y provoquen una situación de colapso físico-emocional. El reiki fomenta el equilibrio emocional, mejora la autoestima, alivia dolencias físicas y síntomas de enfermedades.
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